Golf y gastronomía en Mallorca: 5 restaurantes para saborear cada ronda
En Mallorca, el golf no termina en el hoyo 18.

En Mallorca, el golf no termina en el hoyo 18. Empieza mucho antes —con una buena planificación, una estrategia inteligente y la energía bien puesta— y continúa después, cuando el cuerpo pide recuperar fuerzas y el paladar busca algo más. Porque jugar bien es un arte y disfrutar después de la ronda también lo es.

Si vienes a la isla a jugar, prepárate para una experiencia completa. Mallorca no solo reúne algunos de los mejores campos del Mediterráneo, sino también una escena gastronómica tan potente como auténtica. Hoy te invitamos a descubrir cómo combinar ambos placeres. Y al final del recorrido, como no podía ser de otro modo, te espera la cocina de S’Era de Pula, en el corazón de uno de los resorts más exclusivos de la isla.

Comer bien para jugar mejor

Un campo exigente requiere concentración. Y la concentración, energía. Por eso, cada vez más golfistas —amateurs y profesionales— cuidan su alimentación como una parte esencial de su rendimiento. Lo que comes antes, durante y después de una ronda puede marcar la diferencia entre una jornada impecable o una caída en los últimos hoyos.

Los expertos lo tienen claro: desayunos con proteínas y carbohidratos de absorción lenta, snacks ligeros cada 4 o 5 hoyos, mucha hidratación y una comida post-ronda que combine recuperación muscular y placer gastronómico. En Mallorca, esto no es difícil: la isla rebosa ingredientes frescos, productos locales y una tradición culinaria perfecta para el golfista que quiere cuidarse y disfrutar.

Cinco restaurantes para saborear el golf en Mallorca

Marc Fosh (Palma)

Una estrella Michelin, un chef británico enamorado del Mediterráneo y una propuesta basada en la sencillez elegante. Si acabas la jornada y te apetece moverte por la zona de Palma, este restaurante es una parada obligatoria. Menús degustación cuidados al milímetro y una experiencia que aúna técnica, producto y emoción.

Ca Na Toneta (Caimari)

Tradición mallorquina reinterpretada con sensibilidad, en un rincón sereno al pie de la Serra de Tramuntana. Sin carta fija, sin prisas. Aquí se come lo que ofrece la tierra en ese momento, con recetas que huelen a memoria, a huerto, a cocina hecha con las manos y el alma. Ideal si buscas una experiencia honesta y profunda tras una jornada exigente.

DINS Santi Taura (Palma) 

En pleno casco antiguo de Palma, DINS es historia viva de la cocina balear. El chef Santi Taura rinde homenaje a las raíces gastronómicas de las islas con un menú de autor que combina sabiduría, técnica y respeto. Dos Soles Repsol y una estrella Michelin avalan una propuesta que va mucho más allá del paladar.

Es Pati (Sant Llorenç des Cardassar)

A pocos minutos de Son Servera, en una casa típica con patio de buganvillas, se esconde este restaurante tan discreto como brillante. Menú sorpresa, producto del día y el talento del equipo de cocina convierten cada visita en un viaje íntimo, sin pretensiones, pero con una autenticidad que enamora.

S’Era de Pula (Son Servera)

El final perfecto del recorrido está aquí, en el corazón de Pula Golf Resort. S’Era de Pula es mucho más que un restaurante: es un homenaje al producto local, al entorno, a la cocina mediterránea hecha con mimo y compromiso. La mayoría de sus ingredientes provienen del huerto ecológico propio, un espacio de 6.000 m² que alimenta platos como el tumbet con huevo de corral, la ensalada de tomate o la tortilla abierta con guisantes del huerto, papada ibérica y trufa de verano. 

La carta cambia con las estaciones, adaptada a intolerancias, pensada para todos los públicos… Pero sobre todo, pensada para disfrutar. El entorno rústico, el servicio impecable y la conexión con el territorio lo convierten en uno de los grandes templos gastronómicos del golf en Mallorca.

Donde se juega (y se come) mejor

En Pula Golf Resort llevamos décadas cuidando cada detalle para ofrecer una experiencia integral: un campo de golf rediseñado por José María Olazábal, unas instalaciones modernas con alma de masía mallorquina, un firme compromiso con la sostenibilidad… Y, por supuesto, una cocina que habla el mismo idioma que el swing: precisión, carácter y sensibilidad.

Reserva ya tu tee time

y ven a descubrir por qué en Pula, cada jornada se saborea de principio a fin.

Blog