Los secretos mejor guardados del este de Mallorca
Mallorca es mucho más que calas masificadas, beach clubs y postales repetidas.

Mallorca es mucho más que calas masificadas, beach clubs y postales repetidas. En su costa este, lejos del bullicio, se esconde una isla diferente: salvaje, tranquila y profundamente auténtica. Un mosaico de playas vírgenes, pueblos con alma, naturaleza intacta y sabores que nacen de la tierra. Bienvenidos a Son Servera, al entorno natural de Artà y al corazón de Pula Golf Resort, donde cada experiencia es una conexión real con la esencia de la isla. Bienvenidos al lado más secreto de Mallorca.

Calas vírgenes que son la mejor expresión del Mediterráneo

Imagina una cala sin sombrillas, sin chiringuitos, sin aglomeraciones. Así es Na Clara, una playa escondida entre pinares y acantilados, donde el agua turquesa contrasta con la piedra dorada. O Betlem, con sus escars tradicionales, sus rutas costeras y esa sensación de estar en el último rincón virgen de la isla.

Desde Colònia de Sant Pere, puedes llegar a pie a muchas de estas calitas, donde el baño se convierte en un ritual íntimo. ¿Una recomendación? Llévate calzado cómodo y sumérgete en la tranquilidad de este litoral aún por descubrir.

Pueblos con alma que huelen a historia

A pocos minutos del resort, el pueblo de Artà ofrece calles empedradas, tradición artesana y el imponente Santuari de Sant Salvador, con vistas de indescriptible belleza. Más cerca aún, Son Servera te recibe con su mercado semanal, sus iglesias históricas y rincones como Es Rentadors o el mirador de Costa de los Pinos. Todo con ese aire pausado de los lugares que no han perdido su identidad.

Naturaleza sin filtros

El Parque Natural de la Península de Llevant, con más de 1.600 hectáreas de paisajes mediterráneos, invita a perderse por sus rutas entre encinares, acebuches y calas vírgenes como s’Arenalet. Otro imprescindible es la finca pública de Son Real, donde historia y biodiversidad se entrelazan: desde su necrópolis talayótica a sus humedales costeros, hogar de aves únicas.

Y si prefieres el cicloturismo, la Vía Verde Manacor-Artà es perfecta: 29 km de ruta acondicionada que conecta pueblos, campos y naturaleza pura, y que puedes recorrer directamente desde Pula.

Gastronomía de proximidad que nace del propio huerto

En el restaurante S’Era de Pula, la cocina mediterránea se cultiva literalmente a pocos metros. Con un huerto ecológico de 6.000 m² y gallinas y patos propios, los productos llegan del campo al plato con una frescura inigualable. Desde frutas recogidas en su punto hasta huevos recién puestos, todo respira sostenibilidad y sabor. Un lujo sencillo, pero excepcional.

El alma de Pula Golf Resort: sostenibilidad, golf y descanso con raíces

Dormir en una antigua casa señorial del siglo XVI, despertar con vistas al campo y sentir que formas parte del paisaje. Así es alojarse en Pula Golf Resort, un lugar que combina tradición y modernidad con un firme compromiso con el medio ambiente. Aquí no solo se juega al golf en un campo rediseñado por José María Olazábal, también se vive una experiencia regenerativa que genera más impactos positivos que negativos.

Desde el uso de energías 100% renovables hasta la geotermia en sus suites, el resort está alineado con los principios del Pacto Mundial de Naciones Unidas y la Agenda 2030, buscando siempre ser un activo para el planeta. Vive el lado más auténtico y sostenible de Mallorca y descubre una isla diferente desde

Pula Golf Resort

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y prepárate para disfrutar del golf, la gastronomía, la naturaleza y la cultura en uno de los rincones más especiales de Mallorca.

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